El inicio del torneo bicentenario pone en jaque a mas de 1 seguidor de las águilas del América, y no solo esta disyuntiva aparece en el cerebro de los seguidores azul crema, tal vez la decisión más difícil es permanecer estoicamente en las filas de las águilas a pesar de los continuos fracasos y sabores muy amargos, pero muy amargos.
La relación de la afición con unos colores futboleros no dista para nada con el tipo de contacto sentimental que los seres humanos generamos con nuestra respectiva pareja amorosa, otra asociación que tiene este deporte es con la música y en esta apertura de blog me tomare la libertad de parafrasear al maestro Enrique Bunbury con su nuevo sencillo “frente a frente”, esta canción embona a la perfección con la afición del América.
Esta sería la carta de despedida de un aficionado americanista:
Queda, que poco queda de nuestro amor
Apenas queda nada, apenas ni palabras
Queda solo el silencio
Que hace estallar la noche fría y larga
La noche que no acaba solo eso queda
Solo queda las ganas de llorar
Al ver que nuestro amor se aleja
Queda poca ternura y alguna vez hacer una locura
Queda un gesto amable para no hacer la vida insoportable
Solo eso queda…
Espero y algunos se sientan identificados, realmente el futbol provoca esto una comunión entre una institución deportiva y un sujeto cualquiera, lleno de problemas, carencias económicas, desamores, pero a pesar de todo lo antes mencionado la sinergia que provoca el juego de pelota mas hermoso del mundo…
Nota: no soy americanista.
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