Es de todos conocido el lenguaje florido que emplea el seleccionador nacional de futbol, por lo tanto no es nada descabellada la idea de que si se le cuestiona por la última convocatoria, en especifico en la línea de los porteros, pueda ser su respuesta como las primeras tres palabras del título de esta columna.
Oscuras formas de manifestar seguridad y una personalidad bonachona, son las dos credenciales de este pintoresco director técnico, pero favorable o desfavorablemente los seguidores de la nacional, ya no se comen el discurso de hace años, ya es lento, obsoleto, arrogante, forzado y carente de veracidad (así lo veo yo).
En el último año de nuestro balón pie local, existe un portero con experiencia, sapiencia, solvencia, paciencia, y liderazgo en el campo, suficiente para meter en serios predicamentos a Javier y a Ochoa, para muchos el liderazgo de quien les hablo, es el condimento especial que indigesta y provoca el rechazo rotundo de cualquier grupo de jugadores que se alisten para el viaje a Sudáfrica.
Esta terrible terquedad, (obsesiva me parece) por parte de Aguirre, puede ser extremadamente lapidaria en la próxima justa mundialista y para Oswaldo Sánchez el haber sido uno de los capos del “bigotón” Lavolpe, es la zancadilla suficientemente certera para quedar completamente descartado de la tricolor.
Que alguien tenga peso específico en el vestidor de México pareciera un pecado mortal para los ojos del “vasco”, ese complejo de inferioridad se está pronunciando a latitudes muy perjudiciales, a tal grado de preferir un par de guardametas inexpertos en mundiales y a un amigo conejo ya en el ocaso de su carrera, (que lamentable).
Atajadas quiméricas, y solvencia en jugadas llenas de peligro, son totalmente rutinarias bajo los tres palos de Sánchez, pero el hombre anteriormente mencionado no es el único descartado de una manera arbitraria, puedo mencionar a Sinha y la testaruda convocatoria de Nery Castillo por encima de otros que merecerían 1000 veces el llamado, pero solo Aguirre sabe lo sucio de este llamado.
“Por mis huevos” es la respuesta que Javier quisiera dar a todos aquellos que lo cuestionan conferencia tras conferencia, pero la poca coherencia que aun habita en su cabeza lo priva por el momento, lo contiene de seguir manchando el nombre o lo que queda de nombre que se gano dirigiendo en España.
por los H·$& de javier aguirre, hahahah muy certero tu punto de vista, pero que podemos esperar del futbol nacional que es como sus telenovelas...diferentes directores, diferentes protagonistas, pero la misma trama una y otra vez y desafortunadamente, mismo final....
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