(COLUMNA)
Fin de semana habitual, clásico, relajador, de descanso, quita estrés, pero hay una persona que lo atípico, lo empieza a convertir desde hace tiempo en típico y convencional, aun así no deja de sorprenderme.
Lionel Messi, este jugador del Barcelona semana tras semana, partido tras partido, competición tras competición, rival tras rival, deja claro que romperá todas las capacidades de asombro de los seguidores del futbol, este domingo no fue para nada decepcionante, un hat-trick contra el Zaragoza fue la cereza del pastel para cerrar la jornada de la liga española, y dicho sea de paso aprieta la lucha por el liderato que el conjunto blaugrana sostiene con el Real Madrid.
“La pulga” convierte goles de todas las formas posibles, de cabeza, burlando defensas, de larga distancia, y también se puso el traje de buen samaritano al brindarle a su compañero Ibrahimovic la posibilidad de anotar desde el manchón penal, falta que Messi recibió y por lo regular el fusila a los arqueros rivales, me parece que el sintió que ya había hecho demasiado (que modesto eres Lionel).
Todo lo antes mencionado, es exactamente proporcional a lo que los argentinos esperan que desarrolle en la selección, eficiencia que no manifestó en la eliminatoria sudamericana, donde la albiceleste espero sentado a su nuevo mesías (mesías según Maradona) que no dio ni una pisca de la magia que proyecta en su club.
Lio Messi está en deuda con la albiceleste, con todos los hinchas de Argentina, en su casa club (Barcelona) esta consentido y arropado y el pago esas atenciones ayudando a ganar todos los trofeos que disputaron, no fallo en ninguno, sobresaliendo en la final de la champions contra el Manchester United.
Repito, Messi ya gano todo en su equipo, pero con su selección (por lo menos en la mayor) no ha ganado nada (o nada significativo, no para mí), esperemos los días finales de julio del 2010, cuando se sabrá el campeón de la copa del mundo en Sudáfrica, hasta entonces sabré si fue apropiado el titulo de esta columna…
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