(Columna)
La mayoría de los seguidores del futbol en México (por no decir todos) nos quejamos con singular alegría de la selección nacional, nos asqueamos con las convocatorias de jugadores, que parece más la elección de actores para una cinta hollywoodense, esto por el manoseo y el cachondeo que se le hace a la camiseta tricolor, despreciamos la liga mexicana y preferimos ver partidos de ligas como la española, inglesa, alemana, italiana, holandesa por mencionar las mas latentes, lamentablemente, solo nos damos cuenta de este menosprecio cada cuatro años, cada ciclo mundialista.
¿Por qué menciono esto? Porque se aproxima un fracaso más del combinado nacional, pero claro, nuestra atención está enfocada en la disputa entre Barcelona y Real Madrid, en la Champions League y sus electrizantes y feroces partidos, en el toma y daca que cada semana nos entregan Chelsea y Manchester United, también nos ocupamos de los fichajes en Europa, etcétera, de todo menos en México.
En una historia que no recuerdo el nombre, dicta que el centro del mundo es donde tu estas pisando, y francamente no creo que los ingleses o españoles estén al pendiente de la liga mexicana, a duras penas nombraban lo acontecido con Cabañas.
Diarios importantes de España (Marca y Sport) colocan en sus portadas al Real y al Barcelona, en ningún momento hablaran del descenso de los Indios de ciudad Juárez (ni siquiera sabrán de su existencia) pero eso sí, nosotros tenemos extremadamente presente los puntos y la próxima fecha del clásico español.
Que una sola persona sea dueña de uno o más equipos en una sola liga puede echar a bolar la imaginación de todos, un descenso atípico y vulgar donde solo uno pasara un añito en el infierno cuando debe de ser acompañado por un par de equipos más, en este caso, Indios debería de llevarse entre las patas a Tigres de Monterrey, pero aquí no pasa nada.
Sé que estos dos motivos son bastante escasos para toda la bola de explicaciones que más de uno daría como respuesta, al porque prefieren el futbol europeo en vez del nacional, se que los partidos son abrumadores y perfectos simuladores de somníferos, se que los árbitros cortan demasiado el juego, se que la liguilla es meramente negocio para los dueños de los equipos, pero eso sí, tengan por seguro que ningún europeo nos ayudara a mejorar lo hecho en México.
Comenzare mi campaña de apoyo rumbo al mundial del 2014, “apoyemos lo hecho en México”, recordemos que la legión de jugadores nacionales que militan en el futbol extranjero es manufactura mexica, nacieron en nuestro odiado torneo clausura, apertura o bicentenario, como quieran llamarle, de aquí partió el sueño de Rafael Márquez, Hugo Sánchez, Andrés Guardado.
¿Me creerían si les digo que Carlos Salcido tiene un tatuaje en su hombro derecho que tiene la leyenda hecho en México?
