*Crónica
De pronto un sonido interrumpió mi descanso, estire mi brazo izquierdo cual largo es para tomar mi celular y quitar la mortífera y a su vez molesta alarma, pensé que sería muy temprano pero me equivoque eran ya las 6:30 am para variar me quede dormido, tome mi toalla y me dispuse a darme un regaderaso que buena falta me hacía.
Con un gusto inexplicable me vestí con la playera del Manchester United, el color rojo de la casaca es tan potente como mi gusto por los diablos rojos ingleses, encima de la cabecera de mi recamara se encontraba una bufanda de Wayne Rooney que había comprado hace ya algún tiempo, la enrede en mi cuello orgulloso de portarla.
Después de un camino de 25 minutos, 4 mentadas de madre, 2 sustos y un buen embotellamiento pude llegar a mi universidad, me estacione rápido y baje a la velocidad del sonido, mi vista se topo con un joven que siempre saludo pero ni siquiera se su nombre de pila, fijo su par de ojos en mi (seguro se deleito con mi playera), subí las escaleras tan pronunciadas y cancinas que tengo que padecer antes de sentarme en mi respectiva silla en el salón 31 del segundo piso.
Cada 50 minutos observaba mi reloj esperando la hora señalada y esperada, un profesor me pregunto ¿Quién juega hoy?, a lo cual respondí el Manchester contra Milán, pude ver una sonrisa torcida, por suerte ya nos retirábamos.
Llegue a casa con la ilusión de ver el partido pero lo que encontré fue el duelo del morbo entre Lyon vs Real Madrid, transcurrió todos los 90 minutos ¿el resultado?, el que me esperaba Lyon gano 1-0, fue hasta las 9 de la noche que pude vivir el partido que quería la espera valió la pena Manchester gano 3-2.
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